Todos hemos oído hablar de él, el hombre que salvó al pueblo hebreo de la esclavitud egipcia, que abrió las aguas del Mar Rojo en dos, que recibió los Diez Mandamientos directamente de manos del mismísimo Yahveh.
Más de 2000 años después, el profeta y legislador del pueblo semita se encuentra en las calles de Basauri, divulgando su fe, y es que, a pesar del paso del tiempo, Moisés mantiene una apariencia joven, sin duda gracias a la gracia de Dios que le ayuda a difundir su mensaje por los siglos de los siglos (amén).
Nuestro escaso conocimiento del arameo, así como del egipcio antiguo, nos dificultaron seriamente la comunicación directa, sin embargo no evitó que el mensajero del Señor nos obsequiara con la traducción de los Diez Mandamientos al castellano.
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