Laura se dedica a la elaboración artesana de ungüentos y cremas, siguiendo las técnicas de medicina y tratamientos de belleza tradicionales. Comenzó realizando un curso que trataba sobre estos temas y, al ver que se le daba bien, una amiga le propuso que vendiera sus productos en un mercadillo.
La experiencia de venta y el verse con otras personas que se dedicaban lo mismo hicieron que Laura aprendiera nuevas recetas y trucos para mejorar sus ungüentos, de modo que finalmente, hace menos de un año, le dieron un puesto en el mercado de Dos de Mayo.
Nos comenta que hay que "echarle imaginación a la supervivencia" y que vende sus productos predominantemente por Vizcaya, y desde hace poco por Sopelana. Considera que lo más importante es "buscarte la vida con algo que te gusta".
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